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Océano de Ilusiones

Esa

Esa

esa

la que vive en la realidad

está alerta

vive con el pie en el freno

sabe de sacrificios

de encrucijadas

de sabores amargos

de derrotas

de vivir al borde

de tener el alma rota

de felicidad en cuentagotas

 

la otra

la que que va dentro

disimulada,

la que sueña

esa no sabe de nada

vive acelerada

no le caben sacrificios

menos encrucijadas

su paladar tan solo conoce

sabores dulces

y buenas temporadas

no lleva en el alma nada

vive segundo a segundo

 

claro, que

no es de este mundo

está siempre encadenada

a la que es real, que la tiene atrapada

en su interior más profundo

 

aunque por las noches

cuando hay plenilunio

se siente libre y vuela

lejos, inalcanzable

dejando atrás 

la condena

de quien la lleva

en un puño

9 comentarios

maria coca -

Hermoso poema. Todo en este mundo tiene su contra. La noche y el día. Me gustó.

Besos

pato -

Vos y yo estamos en la misma frecuencia, cuando pases por mi blog vas a entender, igual vos lo dijiste mejor que yo en este poema, me entendí mejor despues de leerte.

Un abrazo fuerte.

cosmofonio -

Magnífico...

torosalvaje -

Me ha gustado mucho el poema, realmente es bueno.

Somos tantos a veces en el mismo cuerpo que nos agobiamos, verdad?

Besos.

bohemia -

una tiene alas y la desplega y la otra las tiene pero las guarda bajo su abrigo...

Bello escrito.

Un besote

Isabel -

A ti también te pasa... somos más de los que pensaba. Besitos. No te dejes.

Ego -

Ha de ser el plenilunio
el culpable de la dicha
que suena en los cascabeles
del que no quiere contarla.
Cuando los osos panda debaten
no hay réplicas para Proserpina.
Un (b)eso!

Libertad -

Buenos días, Neptunia, desde el lado boreal del mundo. Qué emoción recibir tus dos comentarios tan pronto. Tan pronto, de hecho, que desde que los hiciste hasta ahora, he modificado mi humilde homenaje a Montevideo 3 ó 4 veces, con más palabras, con más links... Una siempre aspira a que su carta de amor se acerque lo más posible a la perfección, para deslumbrar a su enamorado.
Te cuento, no sé si sabes, que soy española. No me unen al Uruguay lazos se sangre. Ahora sí, y hasta diciembre, una amiga, que estará allí con una beca-pasantía hasta diciembre.
Hace poco, fui a visitarla y fue entonces cuando me enamoré de tu ciudad y la hice un poco mía. Me enamoré, ante todo, de la gente y la gente, al fin, es el corazón de los lugares.
Ando buscando trabajo por allí, en Montevideo, segura de que es casi imposible, pero a ese "casi" me aferro, hasta que Montevideo me dé el "sí, quiero". Mi paciencia es infinita.
Ojalá nos encontremos pronto en la otra orilla. Será síntoma de que lo conseguí.
Ah, gracias a ustedes, alma de la ciudad que amo, por ser como son. Mil gracias.

Dédalus -

Como sea, ambas viven en ti y amabas son una: la una que eres tú, Neptunia... Aunque, atrapado por estos tres genios de la música, creo que de las dos me quedo con la alocada de los sabores dulces que vive al segundo...

Besos, amiga.